Contaba algo más de cinco años de edad cuando mi padre me llevo por vez primera a Tablada, al segundo aeródromo más importante de España. Él había hecho el servicio militar en el protectorado español de Tetuán, como asistente de un comandante de aviación, y siempre me había contado historias de moros y soldados, de aviones y audaces pilotos, del cielo y de la tierra. Allí, en la pista de Tablada, pasaba las horas muertas viendo los aviones de radio control, preguntando a los aficionados sobre motores, sobre fuselaje y sobre madera de balsa. Con mi primer avión, con mi primera emisora, con mi primer motor, me sentí el más grande ingeniero aeronáutico del mundo. Así, con el sonido de una bancada llena de pequeños motores rugiendo, transcurrió mi infancia. El aeromodelismo, como lo llamábamos entonces, se convirtió en la puerta del cielo para un niño que soñaba con tener alas.
- Piloto Privado (1979) - Piloto de Globo (1988) - Piloto de Paramotor (1988) - Piloto de Ultraligero (1988) - Piloto de Dirigible (1989) - Piloto de Parapente (2001) - Piloto de Parafun (2004) - Piloto-protagonista de El Vuelo del Ánsar (2005)